EL DHARMA








EL DHARMA


La gran ley Buda no enseño que el universo lo hubiera creado un dios, sino que
 hablo de una gran ley ( el Dharma) que impregna todo lo existente, Viviendo de
 acuerdo con esta ley, y soportando el sufrimiento sin huir de él, podemos
 conquistar la autentica sabiduría y ala autentica compasión, es decir, la
 liberación definitiva del sufrimiento.




DOS PALABRAS, DOS SENTIDOS.


La palabra que designa las enseñanzas budistas es Dharma en sanscrito y
 Dharma en pali (otro idioma de la antigua india).El Dharma o Dhamma no
 abarca solo las enseñanzas, sino la ley universal inherente a todas las cosas, y
 que les da su forma. En minúscula, dharma y dhamma indican los elementos
 mínimos de la existencia que componen un momento de conciencia, como el
 calor de una habitación, los ruidos de fondo, el regusto de la naranja que se
 acaba de comer, el olor del incienso y lo que se piensa. Todos estos datos
dharmas. Están sometidos a un movimiento continuo y palpitante, en el que unos empiezan a ser u otros dejan de ser, aunque nosotros los experimentemos como una realidad continúa.


LA RUEDA DEL DHARMA

La rueda de Ocho Radios simboliza las enseñanzas de Buda.
Los ocho radios simbolizan los elementos del Noble Sendero Óctuple.
El remolino del centro representa las tres joyas: Buda, el Dharma y la Sangha (la comunidad espiritual).
La rueda también puede estar dividida en tres partes, en representación de sendos aspectos de la práctica.
El centro simboliza la moralidad; los radios, la sabiduría, y el borde, la concentración.
El primer signo del ser entraña apego a los seres queridos, a nuestro cuerpo y especialmente a nuestros ideales, así como a la condición generalmente insatisfactoria y pasajera de la vida. Como es lógico, los budistas no creen que la vida solo sea sufrimiento, pero sí que no puede ser únicamente gozo, porque todo es transitorio. Incluso en la vida más feliz hay sufrimiento, y el cambio es inevitable.
El segundo signo del ser vivimos en un universo en estado constante de fluctuación. Es la única. Nada dura siquiera un momento. Nada de lo que podamos coger o tocar es inmutable. Nosotros, sin embargo, tratamos de abstraernos de este movimiento continuo e implacable, y hasta de combatirlo, en vez de fluir suavemente con la naturaleza de las cosas.
 
El tercer signo del ser el no yo hace referencia a nuestros apego a cualidades y características que concebimos como una unidad: << yo >>. Nos identificamos con nuestras opiniones sobre el mundo tal como es y tal como debería ser. En muchos casos, la infelicidad humana nace de que la gente defiende su sistema de creencias o ataca el de los demás, cuando lo cierto es que son simples ideas y pensamientos, y que formamos una sola familia, la humana. El miedo a lo desconocido y el << yo>> son dos caras de la misma moneda.
Reconocer el <<yo>> cuando nos acaloramos por algo, cuando nos cohibimos, cuando nos tomamos demasiado en serio, o cuando nos ponemos de mal humor sin poderlo evitar, está presente el <<yo>>. Cultivar la conciencia, decir si a la vida y mantenerse en forma despejan la ilusión del yo y nos permiten prescindir de ella.

Budismo yae.